Tener un buen historial crediticio es básico para la
salud de tus finanzas. Esto se logra pagando a tiempo tus tarjetas de crédito,
la mensualidad de tu auto, o cubriendo puntualmente el pago de cualquier otro
financiamiento u obligación que puedas tener.
De esta manera logras que tu carta de presentación se mantenga impecable y que no
tengas ningún problema a la hora de solicitar algún tipo de crédito.
Tu calificación crediticia
Cuando solicitas un crédito, los prestamistas determinan tu riesgo crediticio
examinando tu calificación crediticia.
Existen agencias de informes crediticios, las cuales cuentan con datos
crediticios tuyos que se utilizan para calcular tu calificación. Esta
información incluye tu historial de pagos, lo que debes, la antigüedad de tu
historial crediticio y la cantidad de cuentas de crédito abiertas
recientemente.
Tu calificación orienta a los prestamistas sobre tu riesgo crediticio. Las
calificaciones otorgadas por las agencias de informes crediticios varían de
país en país. Sin embargo, cuanto más alta sea tu calificación, menor será el
riesgo que perciben los prestamistas y por ende mayor posibilidad de que te
brinden un crédito.
Señales de alerta
Al manejar tus finanzas presta atención a las señales que te notifican sobre
problemas de crédito, o bien, sobre posibles problemas de este tipo.
A continuación te presentamos algunas alertas que debes tener presente para
evitar dificultades que puedan incidir en tu historial crediticio:
- Cuando tus gastos mensuales son más altos que tu ingreso
mensual.
- Si no sabes cuánto dinero debes.
- Si a menudo pagas tus cuentas con retraso.
- Si no puedes hacer el pago mínimo en tus cuentas.
- Si has obtenido un préstamo mayor del que puedes pagar.
- Si obtienes un nuevo préstamo para pagar uno anterior.
- Si pierdes tu empleo o tienes que pedir dinero prestado
para pagar tus gastos cotidianos.