¡El momento es ahora!
Una de las cosas más difíciles de hacer, tanto con el ahorro como con
cualquier otra actividad que realizamos, es comenzar. Pero no le des más
espera, toma la decisión y empieza hoy. ¡No lo dejes para mañana!
Define tus objetivos
¿Qué quisieras lograr con tu ahorro? Comprar una casa, pagar tu educación superior, darte unas vacaciones con tu familia, o cosas más sencillas como adquirir un computador o unos zapatos nuevos, son todas metas de ahorro. Las metas de ahorro pueden ser a largo plazo -como en el caso de la vivienda- o a mediano o corto plazo, en el caso de unos zapatos. Es importante considerar el tiempo que te tomará ahorrar para lograr tu meta, con el fin de no perder la motivación.
Como ejercicio, es útil en ocasiones ahorrar para metas de corto plazo, y luego de haber generado el hábito, pensar en metas de mediano y largo plazo.
Identifica tus ingresos y egresos
¿Te pasa que se te va el dinero y no sabes en qué? Saber cuánto dinero recibes y cuánto y en qué lo gastas es uno de los pasos más importantes para lograr el control de tus finanzas y empezar a ahorrar.
Empieza por escribir todas las fuentes de donde recibes dinero de forma periódica (por ejemplo, salario o rentas) y sus cantidades. Haz lo mismo para los gastos o egresos, empezando por aquellos que son fijos (como servicios públicos o pago de educación) y continuando con aquellos que son variables (por ejemplo, salidas a cine y entretenimiento). Así sabrás con cuánto dinero cuentas, y podrás empezar a realizar ajustes si quieres empezar a ahorrar. Esta es también la base para realizar un presupuesto.
El poder de la disciplina
Mas que las cantidades, lo más importante para que seas un buen ahorrador es la disciplina con la que guardes el dinero. Para esto, puedes utilizar varios trucos, entre ellos ponerte recordatorios en forma de mensajes, que te permitan visualizar tu meta de ahorro. También funciona compartir tu meta de ahorro con una persona de confianza, que te la recuerde ocasionalmente para que no la olvides.