¿No sabes en qué gastas tu dinero y cada mes sientes que
llega un momento en el que no puedes cubrir tus gastos?
¿Te sientes angustiado a final de mes tratando de reunir el dinero para cubrir
gastos esenciales como la renta o la gasolina de tu auto?
No te preocupes que no eres el único. Ese problema recurrente solo tiene una
solución: hacer un presupuesto de ingresos, ahorro y gastos y cumplirlo.
¿Cómo empezar?
Hacer el presupuesto es muy fácil. Lo difícil es cumplir el plan y saber
ajustarse.
La sugerencia es empezar poco a poco. Sigue los siguientes pasos:
- Toma lápiz y papel o abre una hoja de Excel en tu computador y comienza a
definir tus ingresos. Si tu presupuesto es mensual, suma todo lo que
recibirás en ese mes, diferenciando la fuente de cada ingreso para que
lo tengas claro. También puede ser que recibas dinero cada semana o cada
15 días.
- En otra parte de tu hoja de Excel van los egresos. Empieza por destinar
una parte al ahorro, pagándote a ti mismo primero. Después anota los
gastos más importantes, aquellos que son fijos y que haces mes a mes,
tales como la renta, la cuota del préstamo de la casa y las compras de
supermercado.
Continúa con los gastos variables y menos importantes, como el café de
algunas mañanas o salidas al cine el fin de semana. Lo importante es
realizar un inventario lo más completo posible de todo lo que gastas en
el periodo de tu presupuesto.
- Ahora que sabes lo que ganas y lo que gastas, debes hacer un plan de
gastos que se ajuste a tus ingresos. Debes definir en qué periodo de
tiempo lo vas a hacer y esto depende de la periodicidad de tus ingresos.
Por ejemplo, si recibes tu salario o tus pagos cada 15 días puedes hacer
un plan por ese mismo periodo.
Es decir, tan pronto recibes tu pago – o incluso unos días antes - te
sientas frente al computador o libreta y haces un plan para usar ese
dinero en función de tus gastos para los próximos 15 días. Ten en cuenta
que debes hacer reservas de dinero para gastos grandes que son mensuales
como la renta o el pago de hipoteca.
- Asigna el dinero en función de prioridades. Primero pagas lo más
importante y al final, asignas presupuesto para otras cosas de las que
puedes prescindir.
Convierte este ejercicio en rutina cada que recibes tus ingresos. Tienes que
hacer seguimiento cada semana de que todo va de acuerdo con el plan.
¿Te das cuenta? El problema de gastar más de lo que ganas puede ser muy incómodo,
pero la solución es simple. Solo requiere un poco de organización.