A veces es difícil saber a qué debemos dar mayor
importancia cuando estamos elaborando nuestro presupuesto o haciendo nuestra
planeación financiera.
Esto ocurre por la gran dificultad en establecer prioridades: ¿vale más la pena
aumentar la contribución al plan de jubilación, pagar una porción mayor de una
deuda pendiente, o ahorrar para garantizar un curso de especialización?
A continuación te damos algunos consejos que te ayudarán a definir tus
prioridades financieras. La regla más importante, sin embargo, es la de
mantenerse enfocado en el objetivo o meta principal, y no pensar en otro hasta
que logremos el primero:
- Paga tus deudas
Por más que tu intención sea invertir, eso de nada sirve mientras tengas
muchas deudas por pagar. Así, lo mejor es establecer como prioridad el
pago de las deudas.
Sin embargo, no toda deuda necesita ser quitada de una sola vez. Después
de todo, lo que debes buscar es el equilibrio financiero, ¿verdad? No
hay problema en financiar la compra de algunos bienes, pero si el gasto
con intereses ya consume más del 30% de tu presupuesto, es hora de
establecer como prioridad la reducción de esta deuda. De esta forma
podrás estar más tranquilo y concentrarte luego en tu objetivo.
- Págate a ti primero
Es muy importante que luego de haber saldado las deudas que tengas fuera
de control, establezcas como prioridad el pagarte a ti mismo. Esto
quiere decir que cuando recibas tus ingresos, debes apartar una cantidad
-la que hayas establecido- para que sea tu ahorro. Es una buena práctica
que lo apartes inmediatamente o lo traslades a otra cuenta, para no
tener la tentación de gastarlo.
- Planifica tu futuro
El secreto de una buena planificación financiera está en el equilibrio
entre cumplir tus obligaciones del día a día, ahorrar para la
realización de sueños y planear la jubilación. No descuides esto último,
ya que a pesar de que parezca muy lejano, es una meta que requiere un
monto de dinero importante y mucha disciplina.