Cuando las deudas se salen de control, no hay que entrar
en pánico, pero si actuar prontamente y buscar soluciones sostenibles.
Puedes pensar que lo urgente es desde luego pagar lo que debes. Pero cuando la
situación se sale de control, es necesario hacer una revisión de toda tu vida
financiera, para corregir los hábitos y comportamientos que te han llevado al
extremo de no poder honrar tus obligaciones.
¿Y cómo reorganizar la vida financiera? Para tener una visión concreta en cuanto
a tu situación, es el momento de poner toda tu información en la hoja de
presupuesto. Si la llenas con atención, ella le dirá cómo va la salud de su
bolsillo.
Relaciona, por un lado, los ingresos netos: aquel dinero que entra en tu cuenta
cada mes. Por otro lado, anota todos los gastos: comienza con los gastos fijos
tales como alquiler o financiamiento del inmueble, cuota del auto, seguros,
cuentas de agua, teléfono, luz, gas, etc. Después, pasa a los gastos de
supermercado, plan de salud, alimentación y transporte. Incluye los gastos de
ropa, ocio y cuidado personal.
Luego de tener tu presupuesto, sigue algunos de estos consejos para reorganizar
tus cuentas y tu vida:
- Corta y reduce gastos:
Evalúa en tu presupuesto qué gastos pueden ser eliminados, aunque sea
temporalmente, y los que puedes reducir. Vigila el consumo de agua, gas,
energía eléctrica. Evalúa tu paquete del celular, revisa algunos hábitos
de consumo en el supermercado.
- Evita contraer préstamos para pagar deudas:
Recuerda que una deuda lleva a la otra. Lo mejor es intentar renegociar
los términos de la deuda con la institución financiera.
- Haz más comidas en casa:
Los gastos de alimentación son cada vez más altos, sobre todo los
realizados en la calle.
- Busca alternativas de ingreso:
¿Hay alguna actividad que puedas realizar para obtener un dinero extra?
Clases de guitarra, idioma o refuerzo escolar, traducción y revisión de
textos, paseo con perros de la vecindad, producción de bisutería. Pon tu
creatividad a funcionar para ayudar a tu presupuesto.