El crecimiento de la economía y de las actividades
comerciales que se llevan a cabo, sumado al desarrollo tecnológico y el
surgimiento del internet han creado nuevas necesidades con respecto a la forma
de comprar y pagar bienes y servicios.
Si bien el dinero físico -monedas y billetes- todavía es ampliamente utilizado,
cada vez es mas común la utilización del dinero digital, dinero
plástico, o dinero electrónico.
Este tipo de dinero no es otra cosa que el que se almacena en un medio
electrónico o magnético (por ejemplo, en tu tarjeta débito o crédito o el que
tienes en tu cuenta de banco) y el cual puedes utilizar para hacer
transacciones a través de plataformas o mecanismos virtuales como aplicaciones
de celular, páginas web, cajeros electrónicos o datáfonos, sin tener que
tenerlo físicamente. En este sentido, el dinero electrónico es una abstracción
del dinero físico, ya que contamos con él, pero no necesitamos verlo ni
tenerlo en nuestro bolsillo para hacer transacciones.
El dinero electrónico tiene múltiples ventajas, entre ellas facilitar la
realización de operaciones de alto valor o complejidad logística. También es
una opción más segura, ya que evita tener que llevar dinero en efectivo para
hacer compras y pagos y los riesgos que ello conlleva. Y finalmente el dinero
electrónico nos ha facilitado la vida, ya que través de plataformas virtuales
permite hacer a diversas transacciones sin tener que desplazarnos, como por
ejemplo pagar los servicios públicos, comprar el mercado, comprar tiquetes de
avión, entre muchas otras.