El crédito es una de las herramientas financieras más
importantes, ya que bien utilizado te permite lograr tus objetivos y metas
financieras y mejorar el bienestar de tu familia.
Sin embargo, es muy importante identificar en qué tipo de situaciones conviene
acudir al crédito, y cuando es mejor buscar otro tipo de alternativas.
Estos son algunos casos en los que podrías acudir a un crédito:
- Financiación para tu negocio: para
comprar materia prima, mercancía, o financiar compra de activos
productivos. Usualmente este tipo de crédito se denomina para capital de
trabajo.
- Adquirir bienes inmuebles: como por
ejemplo una casa o un apartamento, bien sea para usarlo como vivienda
familiar o para rentarlo. Usualmente los bancos no financian el 100% del
valor, sino que exigen el pago de una cuota inicial.
- En casos de emergencia: si bien es
recomendable tener un fondo de ahorro de emergencia para situaciones
inesperadas como enfermedades, de ser necesario puedes acudir a un
crédito para ayudarte a superar la crisis.
No es recomendable utilizar el crédito:
- Para financiar gastos corrientes:
frecuentes y periódicos, tales como el mercado, los servicios públicos o
la cuota de alquiler de nuestra casa.
- Para pagar otras deudas: una práctica
negativa para tu salud financiera es pedir un crédito para pagar otro
crédito. Esto podrá solucionar un problema momentáneamente, pero a la
larga afecta tu tranquilidad y las finanzas de toda tu familia.
¡Dale un buen uso al crédito y disfruta de todos sus beneficios!